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CODHECUN-0178


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LOS SUCESOS DE CUBA El gobierno ha recibido el siguiente telegrama oficial de Cuba, cuya síntesis hemos anticipado ya por telégrafo: Habana 27. Columna que condujo á Cuba cadáver de Martí, sostuvo combate de consideración con partida enemiga, causándole nueve muertos, quedando teniente Borge de Latorre gravemente herido. Este despacho le amplía el corresponsal de El Imparcial en la siguiente forma: Despues de enterrado el cadáver de José Martí en el cementerio de Remanganaguas, ha sido exhumado por órden del general Martínez Campos y conducido, convenientemente escoltado, á Santiago de Cuba. A poco de emprender la marcha el convoy que conducía el cadáver de Martí, comenzó la partida Rabí á hostilizarle, y continuó disparando contra los soldados hasta las inmediaciones de San Luís. Las tropas, que habían contestado sin trabar combate á los disparos del enemigo, recibieron órden de atacarle, y se entabló una reñida acción, en que los soldados mostraron una vez más su valor y arrojo. En la refriega lograron hacer prisioneros á nueve separatistas y causaron nueve muertos y numerosos heridos á la partida. De los militares ha resultado herido en el cuello el teniente Latorre, natural de Cuba y que se distinguió durante la campaña de Melilla. Tambien se han apoderado los soldados de un lujoso ataúd que llevaba la partida Rubí. Se supone que los rebeldes intentaban desenterrar el cadáver de Martí y trasladarle de Remanganaguas á otro punto. Ayer llegaron á esta ciudad los restos mortales del infatigable propagandista. El cadáver, que había sido embalsamado por el doctor Valencia, fué expuesto inmediatamente en el cementerio de Santiago, para que le examinaran cuantas personas lo tuviesen por conveniente. Le custodió un destacamento de cien soldados. A las ocho de la mañana de hoy se ha dado cristiana sepultura al cadáver del jefe civil de los separatistas.
Es digna de ser conocida la proclama dirigida á Cuba por Máximo Gómez, el cual se titula general en jefe del ejército libertador. EJÉRCITO LIBERTADOR DE CUBA Cuartel general en campaña A los señores hacendados y dueños de fincas rurales de la jurisdicción de Santiago de Cuba: Duele tener que hacer la guerra para la independencia y la honra de la noble nación cubana, y hacerlo poniendo en vigor sus leyes penosas, pero necesarias. Al hacer la guerra para extirpar la tiranía en el propio país y lograr con los sacrificios pasajeros de hoy la paz feliz y durable de mañana, sobre el país han de pesar naturalmente las necesidades inevitables y justas de la contienda empeñada para darle al fin seguridad y órden. Los cubanos, que dán la vida por la felicidad de sus compatriotas, tienen derecho de que el país por que se sacrifican atienda á las exacciones naturales de la guerra con que lo redimen. Como general en jefe del ejército libertador, cumpliré con imparcialidad y energía todos los deberes que la guerra me impone, y exigiré extrictamente para esta guerra justa los derechos de mantenimiento y respeto que reconocen los pueblos civilizados. Todo lo que respete la revolución será respetado por ella. Todo lo que sirva á los enemigos de la revolución será destruido por ella. La guerra demandará con moderación los servicios indispensables para su mantenimiento, y usará sin vacilar de los servicios legítimos que con imprudencia, ingratitud é injusticia se le nieguen. Las propiedades extranjeras serán siempre respetadas, en observancia estrecha de las leyes de la guerra culta, á menos que no pierdan de su propia voluntad el derecho que les protege, amparando ó sirviendo al enemigo. La guerra tiene derecho á mantenerse del país en cuyo bien se hace, y de él se mantendrá; pero condena la violación innecesaria y la devastación inútil. Inquebrantables serán en el ejército de mi mando la moralidad y el órden, y con la misma decisión exigiré de él estos deberes que de los habitantes pacíficos de la isla la satisfacción debida á las exigencias de la guerra. Invito, pues, á los señores hacendados y dueños de fincas rurales de la jurisdicción á que, con prudente atención á las justas necesidades de esta guerra honrada y útil, contribuyan á mantener la guerra libre de la violencia y destrucción, de que serían únicos responsables los que las hubiesen provocado con su punible hostilidad ó su culpable indiferencia. Doy á los jefes de operaciones órdenes terminantes en acuerdo con estas declaraciones. Patria y libertad. El general en jefe, Máximo Gómez. 26 Abril.


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