CODHECUN-0278

El té de Romero Madrid 1.º, 8-35 m. Al té servido en casa de Romero Robledo asistieron los generales Weyler, Borrero, Moncada Prats, Campomanes y el director de El Nacional, señor Suarez Figueroa. Los romeristas aseguran que en esta reunión ha reinado la mayor armonía y solidaridad, coincidiendo todos en determinadas apreciaciones políticas. De los brindis el más importante fue el de Romero Robledo, que pronunció largo discurso, dirigiendo censuras al gobierno y al general Blanco y protestas contra la autonomía. Los conservadores —dijo— es posible que no me sigan; nada me importa, puesto que puedo hacer público que cuento con el apoyo del general Weyler y de gran parte del ejército. Weyler se mostró conforme con las ideas de Romero Robledo, pero no sin repetir antes la muletilla de que no quiere hacer política ni aspira á jefatura de ningún partido. Los generales y Weyler Madrid 1º, 8-40 m. La prensa guarda reserva prudente respecto á lo tratado en el Consejo de anoche sobre la protesta Weyler. Solo se asegura que los generales expondrán individualmente á la reina que abundan las opiniones análogas á las publicadas por Weyler. Pando Madrid 1º, 7-30 n. Desde Lóndres telegrafían á El País diciendo que despachos de la Habana dicen que la campaña del general Pando en Cauta ha fracasado, viéndose precisado el general á abandonar aquellos sitios y marcharse sin tropas á Santiago de Cuba. El gobierno insular Desde la Habana telegrafían á El Imparcial diciendo que en aquella capital hay gran expectación ante el nuevo gobierno insular. Empléase la mayor solemnidad en la aplicación de detalles del nuevo régimen. El departamento Oriental Madrid 1º, 9 n. De la Habana telegrafían á El Heraldo que en el departamento Oriental ofrece muchas dificultades la campaña. El enemigo no es molestado por nuestras tropas y aprovechan este descanso para acumular fuerzas. El general Jiménez Castellanos limítase á mantener una prudente defensiva. El titulado gobierno insurrecto sostiene detenida comunicación con Máximo Gomez respecto á la actitud que conviene tomar ante la autonomía. Prevalece entre ellos el criterio de intransigencia. Los insurrectos cuentan con abundante ganado. Nuestras tropas se concentran en Santiago, estableciéndose el cuartel general en Manzanillo. Las principales partidas se encuentran en el Camagüey y están mandadas por los cabecillas Recio, Capote, Vega y Miró. Se están preparando fuerzas para batirlas. Calcúlanse en 8.000 los insurrectos que se cuentan equiparados con buen armamento. Los ingenios comprendidos en la zona de Guantánamo están amenazados por los rebeldes si emprenden las faenas de la zafra. Trabájase por atraer á la legalidad á los insurrectos que se encuentran fatigados por la lucha. El resultado de estos trabajos es infructuoso, puesto que los rebeldes muéstranse atemorizados ante el cabecilla Calixto. El general Blanco se propone marchar á las provincias de Oriente para emprender activísima campaña. El estado de fraccionamiento en que se encuentra el enemigo en las provincias occidentales, permite que se envíen fuerzas á las del Oriente.