CODHECUN

CRÓNICA GRANADINA ¡La guerra! Ni somos políticos, ni en esta Revista tiene para qué intervenir esa plaga de la sociedad contemporánea; pero, con franqueza, es tremenda la responsabilidad que ante los buenos españoles contraen esos políticos que en Madrid y en provincias, por sistema y con una imperturbabilidad digna de mayores empeños, discuten en todas partes, hasta en el hogar, fulminando anatemas y acusaciones, hallándolo todo desacertado, mentiroso lo agradable para España, cierto hasta la exageración lo que por desgracia contra España ocurre, y no resultando al fin y á la postre de tantos cargos y censuras nada que remedie lo hecho, y que sea solución para el porvenir. Las naciones todas nos observan, unas con curiosidad; algunas, pocas, con entusiasmo; otras, con la desconfianza que inspira un país que en medio de sus luchas intestinas, ha hecho grandes sacrificios y se dispone á hacer más aún por defender dos pedazos de tierra separados á muchas leguas de la Península; á unas, les parecemos legítimos herederos de D. Quijote; á otras, dignos descendientes de Pelayo y de Fernando é Isabel, los edificadores de la Patria que los mismos españoles han destrozado; y en estos supremos momentos, esas Cortes discutiendo la política de los partidos, y esos políticos buscando argumentos para que las inculpaciones tengan más bulto y relumbrón, deben de ahogar sus palabras ante el glorioso patriotismo de los héroes de Cavite, ante el valor indomable, hasta en la muerte, de nuestros marinos y nuestros soldados. ¡Qué placer producirá á los yankees la lectura de los periódicos en que se relatan los motines de Madrid y las discusiones del Congreso; en que se formulan cargos contra todo lo existente, y se hacen las inconcebibles amenazas que se han leído estos días!.... Dios nos ampare, y dé á esta pobre España días más tranquilos y dichosos. […] V.

CODHECUN-0115

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