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LA SALIDA DE LA ESCUADRA DE CERVERA
DATOS Y CONSIDERACIONES
A persona competente hemos oído hacer algunas consideraciones acerca del importante suceso que notician los telegramas de ayer.
Hasta el momento en que escribimos estas líneas, existe duda acerca de la hora en que salió la escuadra: si fue de día ó de noche.
Las más fundades congeturas dan á entender que debió ocurrir en la noche del día 2 (á las nueve y media dicen nuestros telegramas).
El orden de formación que llevaban, el Colón delante, es el más lógico, pues en su marcha los otros tres barcos, armados en la popa con los cañones de á 28, y además con las piezas de á 14 y los de tiro rápido, sin detenerse, podrían imponer respeto á los buques enemigos.
-Nuestros barcos -dice la persona aludida- no obstante el tener algunos de ellos sucios los fondos, han podido desarrollar un andar de 16 millas por hora.
Es casi imposible que los barcos enemigos, aun sospechando ó esperando el suceso, estuvieran en disposición de desarrollar toda su fuerza de máquina.
Esto lo comprenderán las personas inteligentes en la navegación.
No cabe en lo posible que durante horas y días enteros esos barcos estuvieran á toda tensión de vapor: algunas de las calderas estarían apagadas.
Pues bien, en tanto que se pusieran en disposición de desarrollar todo su andar, la escuadra de Cervera aprovecharía el tiempo para ganar seis ó siete millas, y en tal caso les habrá sido imposible seguirla con éxito á los buques americanos.
De estos, solo el Brooklyn tiene andar comparable ó superior á nuestros buques.
Pero hay en ventaja de estos el tiempo ganado, y además que el Booklyn solo no ha de exponerse en esa persecución.
Considérase pues á la escuadra, salvo la lamentadísima pérdida de los destroyers, en salvo y con libertad para seguir su rumbo.
¿Cuál será este?
Por la dirección que lleva, o Cienfuegos ó la Habana.
Probablemente este último punto, pues Cervera necesitaría del dique que allí hay para que sus buques limpiaran sus fondos de lo cual […], está a 50 horas de Santiago de Cuba, por el canal de Inglaterra que es el rumbo seguido.
No se tardará, pues, en tener noticias precisas del paradero.
Pudiera suceder que en el viaje se encontrara á algun transporte enemigo: en tal caso no dejaría de dar cuenta de él y de tomar venganza de las pérdidas experimentadas en la salida.
Este ha sido un acto notable de empuje y de bizarría.
Imposibilita la repetición, anunciada por los americanos, de la ejecución á mansalva realizada en Cavite.
Probable es que con la variedad de impresiones terribles de los últimos días, y en el cúmulo de las noticias recibidas, se haya olvidado un dato de interés.
El almirante Sampson, no hace mucho telegrafió á su gobierno, garantizando que no escaparía la escuadra.
Tan seguro estaba, tan grave cuestión de honor era para él, que ofrecía suicidarse si su vigilancia fuera burlada.
Esperemos á ver si cumple ó no su palabra el almirante americano.
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