CODHECUN

GERMINAL Ha llegado la hora de la rehabilitación. No miremos el pasado, tomemos el presente de punto de partida y empecemos con ánimo la gran obra de la reabilitación de nuestra España. Fuera las antiguas rutinas, abajo los convencionalismos y los obligados rodeos de hoy. El régimen presente ha llegado á dar sus últimos alientos, y es menester que de estos surja la grandeza nueva y real de nuestra patria. Es la gran obra de los que somos jóvenes y tenemos iniciativas y energías propias y nuevas. Y al hablar de jóvenes incluyo los que, sin serlo de cuerpo, tienen el espíritu rejuvenecido, porque, ¡cuantas veces se suele ver un alma joven dentro de carcomido cuerpo! Todos, todos los que así sentimos unámonos bajo la misma bandera y sin otro afán que el bien de España, empecemos á darla nueva vida. Que el trabajo la redima de sus desgracias y la confianza en sus esfuerzos propios la conduzcan a tal fin. Abajo y abajo para siempre los charlatanes de la política, los charlatanes de proyectos, los murmuradores del régimen. Abajo lo antiguo, lo que al cabo de tanto tiempo nos conduce á esta situación tan deplorable, que no queden más que sus cenizas para que sirvan de recuerdo y ejemplo. Políticos, charlatanes, empleadillos pedantes, oradores de café y aun de Congreso, vividores que á costa de la nación viven, ¡abajo todos! Surja la España del trabajo la España emancipada, vivan las industrias, las artes, la agricultura, todo, todo lo que es vida, lo que es trabajo, lo que es redención. Que nos gobiernen y manden quienes títulos y méritos tienen para ello, no quienes á fuerza de intrigas postergan todo á su conveniencia. Así tendremos fe en sus ideas, en sus esfuerzos y en ellos. Redúzcanse las trabas á la riqueza nacional, reverenciemos al agricultor que con sus esfuerzos nos proporciona el sustento diario; al industrial, que nos viste y da vida; al comerciante, que nos enriquece y da preponderancia fuera de España; al artista y al científico, que con su trabajo é inspiración nos da fama y ennoblece. ¡Loor á ellos! Estos serán los hombres de mañana, no la interminable cáfila de vividores que nos chupan la sangre y nos desacreditan. Analizad el esfuerzo de la nación y ved quiénes son dignos de ella. Sólo el trabajo nos puede redimir y ponernos al nixel que debemos tener. Por eso la juventud de cuerpo y la de espíritu debe de cargar con estos ideales y exclamar poniendo mano á la obra: ¡Germinal! ¡Rehabilitemos la decaída España de nuestros padres! JOSE DE LAUGI.

CODHECUN-0270

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