| Kingston 16 de Agosto de 1879
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| Señor Arcadio Leyte Vidal
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| Mi muy distinguido amigo y compa
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| Ha llegado el momento de volver al campo de la lucha pa
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| quistar por medio de las armas lo que por justicia nos corre
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| Muchos que esperaban que España concederia libertades, garantias
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| miles iluciones que se formaban, habrán quedado desengañad
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| el largo tiempo transcurrido sin haber obtenido nada absoluta
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| y sobre todo por las palabras de Martinez Campos en el Congr
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| Nosotros afortunadamente no se nos engañó, porque nada convensi
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| que nada esperabamos de ellos, conociamos demasiado al despota
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| no español y estabamos plenamente convencido que no podria co
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| libertad alguna; toda vez que ella misma no lo tiene.
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| Recordando la palabra de nuestros soldados, de no ab
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| las armas mientras la tirania imperase en nuetra querida
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| y llamandonos estos para que les guiemos en las batallas, es
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| tro deber acudir á donde ellos se encuentran á fin de que n
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| tengan por perjuros.
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| Los esclavos viendo que sus verdugos cada dia remacha
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| sus cadenas, y el látigo cruza aun sus espaldas martirizando
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| nes, tienen fijos sus ojos en nosotros y nos aclaman para qu
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| mos de una vez y para siempre sus prisiones.
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| Una falange de mercenarios aventureros, ignoran
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