| fuerza que ocupaba ese lugar, se habia re-
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| tirado, fuera allí y tu tuvieras un en-
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| cuentro inesperado; pero felizmente Papá
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| no habia salido aun, y tu querida carti-
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| ca vino á tranquilizarme mas pronto de
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| lo que yo esperaba.
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| Ahora, Cárlos mio, que no está pa-
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| pá contigo, te suplico que tengas mucho,
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| muchisimo cuidado; pues ni tu, ni Migue
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| lito son tan practicos con eso de ahí, como
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| él, sobre todo si van á Casibacoa; pues di
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| ce él que los soldados españoles recorren
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| casi todos los dias esos lugares, y como
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| ellos tienen tan buenos practicos, pueden
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| armarles una emboscada. No creas Cárlos
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| mio que estos son “temores de mujeres”, no,
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| te hablo asi porque Papá dice que eso
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| del Macio es uno de los puntos mas
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| peligrosos, tanto por su inmediacion á
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| Bayamo, como por lo mal sitiado que
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| está este, y las pocas fuerzas que tienen
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| Vds. para cubrir ese camino. Otra cosa: es
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| necesario que no duerman con tanta con-
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| fianza (dice Papá que Miguelito, tu y Gus
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| tavo roncan á cual mas); pues en tiempo
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