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CODHECUN-0257
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DESGRACIA NACIONAL
Una prueba más para la nación española, un nuevo golpe, un nuevo revés de la fortuna. Es una desdicha más, enorme desdicha, que tenemos que añadir á las ya innumerables de que venimos siendo víctimas tiempo hace.
Nuestra escuadra perdida, la flor de la Marina española tal vez bajo las aguas, el almirante Cervera en poder del enemigo. Ante tal cúmulo de desgracias, capaces de contristar los ánimos más duros, el español no diremos que se entregue al apocamiento y á la desesperación, cosas desconocidas en España, pero sí que tiene que sentir hondamente por espíritu de humanidad y por espíritu de nación.
El sacrificio se ha consumado. La patria tiene derecho á exijir mucho y nosotros le hemos hecho entrega de todo lo que en este caso exijía.
Una pobre escuadra iba á romper contra una escuadra poderosa… y ¡de qué sirve, como no sea para morir con gloria, todo el valor, el heroismo tradicional de los españoles, cuando llega el momento de habérselas con enemigo espantoso por el poderío material!
Exija la patria, exijía la bandera, que aquí ondeó siempre con honra, exijía el prestigio de la Marina el sacrificio, pues el sacrificio se consuma. Todo nos era contrario, todo nos era adverso; la desproporción casi inverosímil, la superioridad numérica extraordinaria; pero era preciso demostrar que somos capaces de llegar al límite y hemos llegado.
Que descansen en paz esos marinos en quienes cifrábamos actualmente nuestro orgullo, que descansen en paz esos hijos del pueblo, esos nobles sostenedores del honor nacional, que saben secundar con intrepidez y entusiasmo la dirección de sus jefes.
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