CODHECUN

Cno. Prefecto Miguel Rivero. Participo á Ud. como á las tres de la tarde del día de hoy se ha presentado en mi casa el Cno. Teniente José González dirigiendo á mi compañera las más inícuas y vergonzosas palabras envueltas en una porción de amenazas preguntando por el luguar donde yo me encontraba y habiendose enterado que me encontraba en la labor de mi colonia que por orden de Ud. estoy cultivando para el estado se dirigió á donde yo y amenazándome de las afueras del camino me desafió para fuera diciéndome que había muchos días deseaba darse dos golpes como hombre conmigo pero decirlo y volar la zerca para adentro de mi labranza machete en mano que me fué preciso ponerme en fuga para librarme de los crueles machetazos que sobre mí demandaba y no pudiendome dar alcance deflemó con la cerca diciendo que tenía orden del Coronel Estrada para abrir paso por dentro de mi labranza mientras Ud. acordará que el Cno. Coronel F. Estrada en su propia “casa” de Bejuquero dijo cuando se le llamó la atención sobre ese asunto que los militares no tenían derecho á atropello ni desordenes así es que creo muy bien que el Cno. Teniente González tendría muy suficiente para transitar por el camino ó m bien por un portillo que yo mismo le he abierto en dicha estancia para que pase tantas y cuantas veces lo crea necesario sin tener que perjudicar los frutos que hoy por mañana tanta falta le han de hacer á él como á mí como á todo Cno. que nos encontramos al lado del gobierno de la Republica de Cuba. Ahora bien (que) si algunos hemos comprendido que la constitucion de nuestro gobierno da derecho á recordar disgustos pasados y queremos tener derecho en poner las autoridades de instrumentos de venganza mi conciencia no me lo permite soy débil y lo que deseo es proteger y ser protegido á todo Cno. hasta estrecharlo en mis brazos y que en mí jamas aiga un borrón de alevosía esperando de Ud. se consulte con el Coronel F. Estrada para que si el lo desea puede o llamarnos á careo amigablemente pues yo le perdono pues no deseo para él ningún mal pero sí la sujeción en el atropello es cuanto tengo que manifestar a Ud. para que juzgue lo que tengo por conveniente D. P. y L. Por el Cno. Aguedo Corría no saber firmar lo hace Miguel Rodríguez

Bejuquero Octubre 22 de 1895.

CODHECUN-0392