CODHECUN

Nº 1 Mientras que los que están al frente de la Republica se desentiendan de los clamores del pueblo: mientras no se destierren de una vez para siempre las ideas aristocráticas; y prevalezcan todavia las consideraciones y miramientos por familias, parentezco, y relaciones, no hay que esperar que la revolución progrese, y sí hay mucho qué temer que fracase. A pesar de las rimbombantes noticias de nuestras victorias; á pesar de los anuncios de un próximo triunfo, el pueblo no tiene confianza: los papeles se leen con frialdad: los artículos políticos se pasan por alto con desden; y hasta los discursos y alocuciones enérgicas, que en otras circunstancias llenarian el pecho de entusiasmo y ardor, hacen á veces asomar á los labios una sonrisa sarcástica que nada bueno pronostica. Lejos de mi la ídea de desmentir los hechos de armas de nuestros hermanos, de nuestros valientes hermanos oh! no, nunca.; pero la incalificable apatia de nuestro Govierno cuyos actos no son los mas acordes con sus palabras, es lo que hace prorrumpir al pueblo en desahogos de reproche, algunas veces exagerados. El escandaloso hecho que ha sucedido ahora, y ha sublevado los ánimos de todos los vecinos de Yaguajay, es un testimonio de ello. El traidor y espia Rafael Medrano fué aprehendido por tres ciudadanos, y llevado al Comandante en Comisión Gregorio Loret de Mota, para que se hiciese cargo de él, y procediese á levantar el sumario: no tardó en presentarse el quijotesco Napoleon Arango, á dar su declaracion, se entiende, a favor al del preso, y aquella noche se escapó, es decir, se dejó escapar. Figúrese cual seria la sorpresa y espanto que tal noticia causaria en todos. Las familias leales que despavoridas andan por los montes buscan una guarida segu- ra contra las pesquisas de los prácticos del enemigo; que habian recibido con entusiasmo la noticia de la captura, prorrumpieron en gritos de la mas justa indignacion contra los autores de tamaño atentado. No solo por el daño que la fuga de ese criminal pueda causar, como por descubrirse palpablemente la mano de la traicion, en aquellos que mas debian sostener el estandarte de la insurreccion. Y estos son los gefes á quienes se confia el sagrario de nuestras leyes, y en cuyas manos se pone el destino de la patria! Con facultades amplias de que tan solo hacen uso para molestar á los ciudadanos buenos, pero sencillos, que no se atreven á levantar contra sus abusos. Si esto no es felonia, síno es traicion, yo no sé como llamarlo. Gran Dios! y estos hombres respiran el aire libre de Cuba, y á estos hombres se les condecora indignamente con el título de ciudadanos, y se les confian cargos solamente dignos de acendrados patriotas! Ciudadanos, alerta! La patria esta en peligro! No desmayemos; la qüestion es de vida ó muerte: tratemos de descubrir y denunciar la traicion donde quiera que asome: y si el Govierno desoye nuestro voz, empuñemos la espada de la venganza, y mostremos que si somos un pueblo dócil a la razon, y á las leyes, tambien somos capaces de hacernos justicia. En otro pueblo mas culto y menos tolerante ya esos criminales hubieran pagado con la vida tamaño desacato. El mal patriota donde quiera que se vea que perezca: tengamos presente que para muchos el patriotismo se reduce al circulo de su casa: y fuera de ella el mundo entero les importa un bledo. Dios, nuestra patria, nuestra independencia

CODHECUN-0605

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